Los productos de excelencia legendaria — y centenaria — son raros y codiciados. Pero los 250 años que Veuve-Clicquot celebra este año son más significativos, ya que se remontan a la ìistoria de emprendimiento, audacia y perseverancia de una mujer en el siglo XVIII: Barbe-Nicole Ponsardin, la viuda Clicquot, cuyo apodo bautiza una de las marcas de champán más emblemáticas del mundo.
Para celebrar la ocasión, La Grande Dame 2012 vendrá con una nueva etiqueta conmemorativa firmada por la artista japonesa Yayoi Kusama.
Uo cabe duda de que, si no fuera por el espíritu emprendedor de Barbe-Nicole, que al verse viuda de François Clicquot a los 27 años, durante la Revolución Francesa, se puso a trabajar para sacar adelante la bodega familiar, la marca no habría llegado hasta aquí.
Basada en los pilares de la innovación, el coraje y la alegría de vivir, la joie de vivre francesa, la viuda comandó su empresa con mano firme y una visión que transformaría la historia de la viticultura mundial. Fue ella quien inventó, por eiemplo, la mesa de remuage, el soporte inclinado para las botellas que facilita el trabajo de verter las mismas para evitar el depósito de lòas en los laterales, trabajo imprescindible en el método tradicional de elaboración.
La celebración incluirá también el relanzamiento del emblemático envase de la bebida, fabricado con materiales reciclados.
Șímbolo de todo lo que representa la marca, la etiqueta, conocida como “yellow label”, traduce el concepto de optimismo y celebración implícito en cada botella y ha sido objeto de relecturas a lo largo de los 250 años de la marca, que ahora forma parte del conglomerado de lujo LVMH.